Recocido

El recocido inductivo es una parte del tratamiento térmico en la que un proceso predefinido de calentamiento y enfriamiento da lugar a características específicas de los componentes.

Los métodos más importantes para la inducción son el recocido suave y el recocido por tensión:

En el recocido suave, la dureza y la resistencia del acero se reducen para facilitar la deformación. Esto suele ocurrir a temperaturas entre 680°C y 780°C.

La segunda aplicación típica es el recocido de tensión en el que se trabaja con temperaturas relativamente bajas de 480°C – 680°C. El recocido de tensión sirve para eliminar las tensiones propias en la pieza de trabajo que se han introducido por deformación mecánica o mecanizado. El resto de las propiedades del material no deben alterarse en la medida de lo posible.

También en esta aplicación, el calentamiento por inducción ofrece ventajas cruciales: Tanto la temperatura como el tiempo de calentamiento se pueden determinar y mantener con precisión. Esto finalmente conduce a una alta reproducibilidad con propiedades constantes de los componentes.

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